miércoles, 19 de agosto de 2009

Por Mariely Mendoza El Carabobeño

Mariely Mendoza

Valencia, agosto 9 (REDACTA).- La presunción de la Policía Española de que un grupo de 12 venezolanos intentaría quedarse ilegalmente en ese país, fue suficiente para deportarlos a Venezuela sin darles mayores explicaciones. No los dejaron salir del Aeropuerto de Barajas.

Los afectados por este procedimiento ocurrido a mediados de julio tienen la esperanza de que el canciller Nicolás Maduro ordene una investigación y pida una explicación al Gobierno español, porque no es la primera vez que ocurre una situación similar con ciudadanos venezolanos.

Siete adultos y cinco menores de edad llegaron al aeropuerto de Barajas, en Madrid, a las 8 de la mañana del lunes 13 de julio en un vuelo de Santa Bárbara Airlines. Los funcionarios de migración los separaron del resto de los viajeros y les dijeron que esperaran a que les revisaran con detenimiento sus documentos.

El grupo de venezolanos accedió, convencidos absolutamente de tener todo en regla. Siguieron con detenimiento y mucho cuidado los requisitos que les dieron en el Consulado, relacionados con las diligencias y documentos que debían tener para ir a España a vacacionar.

Los policías dejaron ir a todos los pasajeros, entre los que iban ciudadanos de diversas nacionalidades. A los venezolanos les pidieron que subieran al último piso del aeropuerto de Barajas y allí les notificaron que estaban detenidos y que iban a ser devueltos a Venezuela en el siguiente vuelo. Serían deportados.

La conmoción se adueñó de los adultos, porque los niños más pequeños no se daban cuenta de la gravedad de la situación por la que atravesaban. Los adolescentes estaban confundidos, se preguntaban: ¿nos van a deportar, por qué, si no somos delincuentes?

Una de las damas deportadas, María Isabel Quintero, narró la desagradable experiencia que vivió en España. Iba con su hija de 22 años a visitar a su otro hijo que reside en Madrid desde hace seis años.

-Mi hijo se puso a llorar por teléfono, cuando le dije que había llegado, que estaba en el aeropuerto, pero que me iban a deportar, aunque no sabía los motivos. Ya había pagado el hotel donde nos quedaríamos y teníamos dinero suficiente para la estadía de mes y medio. Yo trabajo desde hace 27 años en una dependencia del Ministerio de Salud que queda en la avenida San Martín, en Caracas, en la Beneficencia de Salud. No teníamos intenciones de quedarnos porque estoy de vacaciones y trabajo aquí en Venezuela.

Quintero atestiguó que el trato que les dieron fue displicente, a pesar de que les ofrecieron comidas sencillas que siempre estaba fría. Los niños más pequeños no comieron casi durante dos días que estuvieron en unas habitaciones donde había muchas literas y otras personas a las que tampoco las dejaron visitar el país.

El jueves en la mañana los funcionarios de la Policía Española los subieron al avión de regreso a Venezuela, sin las maletas. El equipaje llegó después. Ni siquiera el abogado que les permitieron tener en el aeropuerto de Barajas les dio una razón convincente de la deportación.

Para abordar el avión, niños, adolescentes y adultos fueron llevados hasta la puerta de abordaje, en patrullas de la policía, como si se tratase de delincuentes peligrosos, contó la hija de una dama de casi 60 años que estaba en este grupo de deportados.

En internet ya existe una página donde muchas personas han colgado sus denuncias de atropellos similares sufridos por venezolanos en España.

Este grupo de 12 personas no es el primer caso de deportados, pero sí son los únicos que elaboraron un documento donde exponen su situación al canciller Nicolás Maduro, a quien le piden defender a los ciudadanos venezolanos del atropello de la Policía española. Esperan que el funcionario exija una respuesta al Gobierno Español y respeto para quienes desean viajar a ese país.

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